Día Internacional de las personas desparecidas
El 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las víctimas de desapariciones forzadas, día que fue designado en 2010 por la Asamblea General de la ONU debido al creciente número de desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del mundo, así como al aumento de denuncias de actos de hostigamiento e intimidación hacia testigos o familiares de personas desaparecidas
Queremos compartir en esta ocasión la experiencia de dos personas que viven de cerca esta dolorosa realidad de tener a un ser querido víctima de desaparición forzada.
Testimonio de María Guadalupe Ruiz López, su hijo desapareció en octubre de 2023
«Soy la señora María Guadalupe Ruiz López, busco a mi hijo José Mauricio Díaz Ruiz, desaparecido el día 20 de octubre del 2023, en Querétaro, y a la fecha sin tener resultados por parte de las autoridades. Yo, desde la fe que he tenido siempre en Nuestro Señor, me he llenado de esperanza y fortaleza en Cristo Jesús, que me dará respuesta en su tiempo y a su manera, porque en él espero, creo y confío.
Yadira González líder del colectivo, ‘Desaparecidos Querétaro’, quien también busca a su hermano desaparecido en Guerrero, me invitó a participar en Familias Buscadoras de Hijos, Hijas Desaparecidos (FABHID). Llegué al encuentro devastada, me sentía muy sola, y desde ese momento de asistir a estas reuniones ha aumentado mi fortaleza, mi fe y mi esperanza, porque he recibido muchísimo apoyo de todas: religiosas, psicólogos, terapeutas, compañeras/os… Cuenta mucho lo que hacen con amor, siempre dispuestas a escucharnos y a hacer algo por nosotras integralmente, como espacios de oración – reflexión, uniéndonos en un mismo dolor, y las que asistimos también tenemos oportunidad de terapias psicológicas y alternativas como: masaje, acupuntura, flores de Bach.
Al estar ahí compartimos nuestras lágrimas, nuestro dolor, nos trasmitimos palabras de aliento, un abrazo; esto fortalece nuestra alma y lo espiritual, y nos decimos no se vale rendirnos hasta encontrarlos, en el nombre de Jesús».

Testimonio de Ma. Refugio Chávez Valle A. C. J. «Un poco de mi experiencia en el proyecto FABHID»
«El proyecto de Familias Buscadoras de Hijas, Hijos Desaparecidos (FABHID) fue iniciado por las hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón, que ante las solicitudes de hospedaje a su comunidad cuando venían las personas a la jornada de búsqueda, fueron abriendo sus puertas y el comedor, apoyadas por la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) y otras personas generosas y solidarias que acogían a las personas brindándoles alimentación y hospedaje.
Después, las religiosas Carmelitas, viendo lo afectadas que estaban por la desaparición de seres queridos, iniciaron un encuentro mensual con horario de 10 de la mañana a 4 de la tarde, que fuera de acompañamiento integral: psicológica, espiritual, terapia alternativa…
En abril de 2022, es cuando da inició este espacio con atención de una vez al mes, fue entonces donde me integré para desde las terapias alternativas dar mi aporte.
Viendo la necesidad de la gente, en diciembre de 2023, se dio un paso más, acondicionando una casa para que puedan llegar pequeños grupos con necesidad de hospedaje, y se determinó todos los lunes brindar el servicio de atención de escucha, terapia alternativa, psicológica y espiritual.
Poco a poco se han ido ampliando los espacios, los terceros domingos de cada mes se da un encuentro donde se han ido integrando, señores, niñas y niños que también llevan el sufrimiento de la pérdida del hijo o del papá o la mamá. A los pequeños se les da una atención especial con diversas dinámicas como expresando en dibujos lo que viven.
La participación en este proyecto para mí ha sido muy significativa:
- Participar con religiosas de otras congregaciones, y laicos/as, poniendo cada uno nuestros dones al servicio de las personas más vulnerables (un gran equipo solidario, una riqueza).
- Acompañar y dar ánimo desde la escucha utilizando Flores de Bach para que vayan sanando esa experiencia tan fuerte que les habita.
- Tocar el dolor desde lo que comparten, me acerca a ser sensible del sufrimiento de los miles de madres que viven la angustia de que les desaparecen a sus hijos e hijas y que viven con la esperanza de encontrarlos vivos o muertos.
- Recibo de las mujeres BUSCADORAS, esa solidaridad para apoyarse entre ellas y dar orientación a las que van iniciando su proceso de búsqueda, y cuando encuentran a alguna persona es alegría para todas, aunque su hijo no sea el que aparezca.
- Son un testimonio de mujeres luchadoras, guerreras, resilientes, que no se dan por vencidas, aun arriesgando su propia vida, ya que algunas son amenazadas por su incansable lucha para que se esclarezca dónde están sus seres queridos.
- Para mí, es un regalo de Dios poder acercarme a esta realidad, reconozco que es mucho más lo que recibo que lo que doy, y desde mi persona poder ayudar a que tengan un poco de alivio, bajar estrés, hacer que las personas puedan dormir mejor…
- Para seguir acompañando, me alienta escuchar sus palabras “venía apagada y siento que soy otra” “me han ayudado a aceptar mi realidad, me siento fortalecida en cuerpo y alma” “me siento con más paz, los encuentros me ayudan a seguir en la lucha buscarlos hasta encontrarlos.”
Es mucha la experiencia vivida y que no puede ser expresada como quisiera, me brota nuevamente dar gracias a Dios POR PERMITIRNOS COMO COMUNIDAD Y CONGREGACIÓN, COLABORAR DESDE LO QUE PODEMOS EN FABHID, por permitirme ser parte de este grupo, y sensibilizarme ante esta realidad.
Termino con la frase que siempre nos acompaña en los encuentros de Etty Hillesum:
“En medio del dolor hay sueños, sanación y amor”