Gritos de paz en un mundo en guerra
Tan solo llevamos 24 años del siglo XXI y a diferencia de los horrores de la historia y la humanidad del siglo XX, como por ejemplo el genocidio del pueblo Armenio (1915-1923), donde murieron entre 600.000 y 1.5 millones de personas, la Guerra Civil española (1936-1939) en la que murieron más de un millón de personas y la cual se prolongó con la dictadura, dónde murieron aproximadamente 400 mil personas, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en la que murieron más de 85 millones de personas y es precisamente necesario recordar que murieron más de 90 millones de personas en la primera mitad del siglo XX, por motivaciones políticas, religiosas e ideológicas.
El mundo conmovido por esta situación constituye la Organización de las Naciones Unidas (ONU) 1945, para que desde la diplomacia y diferentes mecanismos se puedan resolver estas disputas y conflictos, sin llegar hasta la guerra y prácticas de exterminio; pero tan solo 3 años después, la resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, conocida como el Plan de partición de Palestina, adoptada el 29 de noviembre de 1947, recomendaba la partición del territorio del Mandato Británico de Palestina en dos estados separados, uno judío y uno árabe, con Jerusalén como un corpus separatum bajo control internacional, cuya resolución no tuvo en cuenta al pueblo palestino, nunca se le preguntó, ni se le consultó, simplemente se actuó y determinó, cómo debía ser su existencia, bajo los intereses coloniales e imperialistas, que aún siguen vigentes en occidente.
Es este año cuando comienza la “catástrofe”, lo que los árabes llaman Nakba, y es cuando un ejército extranjero de un país que no existía, comienza un desplazamiento y exterminio de aldeas, pueblos y ciudades, para imponer su proyecto colonial, es así como más de 700 mil palestinos y palestinas son expulsados de sus casas, sin la posibilidad del retorno. Hoy 75 años después vemos que estas prácticas genocidas siguen vigentes, en el día 169 de la agresión del ente sionista al pueblo de Gaza podemos decir estas cifras: personas desplazadas, más de dos millones de personas, más cuatro mil casos de arrestos incluidos menores de edad, mas 74.096 personas heridas, han sido asesinadas más de 31.923 personas entre ellas más de 4.227 niños, niñas y adolescentes. Monitor shireen, (2024).
Se han destruido más de 70 mil unidades residenciales, escuelas, hospitales, mercados e incluso instalaciones de naciones unidas han sido atacadas, pero esto no solo pasa en Gaza, pasa en todos los territorios ocupados, donde los controles y asesinatos de colonos han aumentado, en Cisjordania en estos 5 meses han muerto 450 personas entre ellas 116 niños y niñas.
No es una Guerra, es un Genocidio, debemos hacer todo lo posible para detener esta barbarie, salir a las calles e indignarnos con esta situación, nadie puede estar por encima de la vida, ni de los derechos humanos, no podemos ser cómplices de este genocidio. La Paz no es la ausencia de conflictos, es el respeto a la vida, a los DDHH, al DIH, al poder existir, pero no un existir, como los deseos coloniales e imperiales quieran como ocurrió hace 75 años con la resolución 181 de la ONU, es necesario escuchar a los pueblos y permitir su auto terminación.
Ricardo Alexander Castro Medina, Licenciado en Educación Comunitaria con énfasis en DDHH, Universidad Pedagógica Nacional Colombia