Inauguramos la celebración del 100 aniversario
Queridas hermanas, hermanos, amigos, compañeros y compañeras con quienes compartimos la vida, la misión, las luchas:
Desde España os comparto con alegría, esperanza y agradecimiento la apertura en, España, Angola y Sudán del Sur, este sábado 27 de mayo, de la celebración de nuestro centenario con el lema El clamor de las periferias, grito y abrazo.
Una celebración esperada que nos invita a “hacer memoria” con todos vosotros y vosotras y todos los que, desde la distancia: en distintos lugares de España, Angola, Sudán del Sur, Bolivia, Perú, El Salvador y México, estamos celebrando 100 años de la congregación.
- 100 años de una forma de vida comprometida con quienes habitan las periferias, entendiendo que estas realidades no son solo un lugar de carencia e injusticia, sino también de solidaridad, de esperanzas y luchas compartidas por otro mundo posible
- 100 años desde que un grupo de mujeres, lideradas por Luz Casanova deciden vincular su vida para siempre con las personas excluidas y la promoción de sus derechos humanos y sociales desde el espíritu del que por mí no quede y movidas por el más ardiente amor al Salvador y la máxima estima de la dignidad de la persona
- 100 años de amistad con las personas empobrecidas, compartiendo sueños, luchas, esperanzas, destino
- 100 años de creatividad, búsquedas, cambios, confianzas y riesgo.
- 100 años compartiendo mesa techo, palabra, amistad, proyectos, impulsando solidaridad y cultura del encuentro, haciendo de la vida un banquete sin primeros ni últimos.
Reconocemos en nuestra propia historia al Dios de la Vida que nos ha venido acompañando en el desarrollo del carisma. Lo reconocemos en el dinamismo que nos ha empujado a salir, “a ir más lejos, más adentro” abandonando seguridades y zonas de confort.
La celebración de este centenario es sobre todo para nosotras un agradecimiento inmenso por la fuerza de vida y esperanza que emerge en las periferias.
Con quienes las transitan nos seguimos sintiendo urgidas a vivir con oído atento al murmullo de los empobrecidos y empobrecidas, a descubrir la grandeza de lo pequeño, de lo insignificante, lo que no cuenta, a subvertir la historia desde abajo, con entrañas de misericordia y desde el riesgo y la audacia de la fe.
Por eso el clamor de las periferias es y será siempre en nuestra vida grito y abrazo, del Dios que se muestra como empobrecida y empobrecida ante nosotras y nos pide que le amemos (LC) .
Seguimos celebrando
Gracias por ser compañeros y compañeras en esta aventura