Constatamos que vivimos unas relaciones injustas entre los pueblos y con nuestro planeta, provocadas por un modelo económico, político, social, cultural y religioso que desencadena violencia, marginación, división, desequilibrio ecológico y un uso irracional de los bienes de nuestra Madre Tierra causando, no sólo mayor pobreza, sino la destrucción de la propia vida. Es un modelo contrario al proyecto que Dios quiere: una vida auténtica, plena, digna (“buen vivir” o “buen convivir”, cf. Jn 10,10) entre todas y todos, desde el respeto y el reconocimiento de las diferencias y biodiversidades.
Ante esta realidad, es cada vez más urgente promover y participar en redes de comunicación, integración y trabajo conjunto a todo nivel, comenzando por la intercongregacionalidad hasta llegar a instancias ecuménicas, interconfesionales, interreligiosas y con la sociedad civil, de manera que trabajemos conjuntamente a favor de unas nuevas relaciones entre los pueblos y con la tierra. Por este motivo, llevamos algunos trabajando en el Área de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Conferencia de Religiosos de El Salvador (CONFRES) donde fortalecemos nuestro compromiso en red por esta causa de la justicia, a través de la espiritualidad y la reflexión conjunta.
Nuestro compromiso por la Justicia, Paz e integridad de la Creación se fundamenta en el mismo Dios Trinidad, auténtica interrelación de vida comunitaria, que se ha revelado en el Hijo Jesús y que, con la audacia del Espíritu Santo, nos empuja a continuar hoy su mismo proyecto desde nuestra comunidad.