Reparar la capa de ozono y reducir el cambio climático

En 1994, las Naciones Unidas, designo el 16 de septiembre como el Día Internacional para la Protección de la Capa de Ozono para conmemorar la firma del Protocolo de Montreal de 1987, con el objetivo de reducir el riesgo de agotamiento de la capa de ozono.

La capa de ozono actúa como un escudo, protegiendo la vida en la Tierra de los daños de la radiación ultravioleta del sol. En la década de los ochenta, científicos británicos detectaron que dicha capa protectora se encontraba en declive en el polo sur, creando un llamado agujero y alarmando a la población mundial. Durante años, esta capa estuvo bajo amenaza por causa del uso desmedido de productos químicos como son los clorofluorocarbonos (CFC) y hidroclorofluorocarbonos (HCFC). Estos productos químicos se encontraban en numerosos productos, desde aerosoles hasta refrigeradores. El agotamiento de la capa de ozono llevó a un aumento de casos de cáncer de piel, daño a la vida marina, muerte de microorganismos necesarios para el equilibrio de la vida y otros problemas ambientales graves.

El Protocolo de Montreal es el resultado de la Convención de Viena y su enmienda de Kigali (Rwanda) en 2016, distingue una variedad de sustancias consideradas responsables del agotamiento de la capa de ozono. Este protocolo insto a los gobiernos a reducir la generación de sustancias nocivas para el ambiente, crear consciencia y realizar actividades para promover la reflexión en este tema y fortalecer las políticas encaminadas a proteger el medio ambiente, el cambio climático, la salud de las personas y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta del sol que llega a la Tierra.  

Los 198 estados miembros de la ONU se sumaron a esta iniciativa y firmaron este protocolo comprometiéndose a reducir las emisiones de gases que destruyen la capa de ozono. Según información del Panel de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal sobre sustancias que agotan el ozono, y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, se espera que el agujero de ozono se cierre en casi todo el mundo para 2040, en 2045 en el Ártico y alrededor de 2066 en la Antártida

“Todavía se produce la destrucción, porque no es que haya cero de concentración de todas estas emisiones, pero ya no se observan esos hoyos tan enormes como se vieron en los primeros años. La concentración de ozono entre 2008 y 2012 fue de 2.5% menos que la que había entre 1964 y 1980; se ha recuperado ya como la mitad y para el 2050 se espera que esté completamente recuperada” (doctora Graciela Binimelis de Raga, del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM)

El protocolo de Montreal, aunque lentamente está funcionando y es una prueba que cuando las naciones se unen y hay la voluntad para un bien común las cosas pueden mejorar; cuando todos aportamos con pequeños o grandes esfuerzos se pueden lograr grandes cosas.

Proteger la capa de ozono es un desafío grande que tenemos aún como humanidad, un asunto importante que requiere que tanto la comunidad en su conjunto, como de los individuos en particular para que se tomen las medidas necesarias.

Podemos sumarnos los/las, que tenemos el privilegio de contar y disponer de ciertos recursos que facilitan nuestra vida en el día a día;  con pequeñas acciones que puede ayudar considerablemente a que la tierra recupere y no pierda más su protección contra la radiación solar.

Acciones sencillas como:

  • Utilizar lámparas de bajo consumo, ya que necesitan menos electricidad y, por tanto, no requieren de tantos recursos naturales y emisiones para producir energía.
  • Apagar las luces y desconectar los aparatos eléctricos cuando no se utilicen.
  • Adquirir únicamente spray o aerosoles que sean amigables con el medio ambiente.
  • Utilizar con mayor frecuencia el transporte público, caminar o andar en bicicleta.
  • Hacer un uso eficiente de nuestro automóvil, consumiendo la menor cantidad de combustible posible, realizando el mantenimiento preventivo a tiempo.

Queda abierta la invitación a sumarnos en esta tarea de proteger la capa de ozono..  Preguntémonos ¿Cuáles de estas simples acciones ya realizamos? En nuestras localidades ¿Es posible promover otras acciones encausadas a este propósito con nuestras familias, vecinos, centros de trabajo o de estudio?

Unámonos a esta causa por nuestro planeta, aún estamos a tiempo.

«Los tratados sobre el ozono destacan como buenos ejemplos de cómo hay pocos límites a lo que podemos lograr en una causa común cuando prevalece la voluntad política. Hagamos que este trabajo conjunto para preservar la capa de ozono nos sirva de estímulo para mostrar la misma determinación en sanar el planeta y forjar un futuro más prometedor y equitativo para toda la humanidad”.

António Guterres
Secretario General de Naciones Unidas, 2020

Si desea obtener más información, visite la página de la  Secretaría del Ozono del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente