Tiempos difíciles para la democracia 

La democracia, ese ideal que alguna vez se consideró un objetivo universal, enfrenta hoy crudas realidades en diversas regiones del mundo. El número de democracias plenas ha caído a su nivel más bajo desde 2006, con solo 24 países clasificados en esta categoría y casi un tercio de la población mundial vive en un régimen autoritario.

 Los informes sobre la democracia en el mundo, como los que publica el Economist Intelligence Unit, destacan la creciente represión de la oposición, la disminución de las libertades civiles y el control sobre los medios de comunicación en países como Rusia, Turquía y China, donde la disidencia es brutalmente aplastada.

Por otro lado, América Latina, también enfrenta desafíos significativos en la consolidación democrática, entre otros países, en:

Venezuela sigue siendo un ejemplo trágico de lo que sucede cuando la democracia es reemplazada por un régimen autoritario. Arrestos arbitrarios, tortura de disidentes políticos, y más del 70% de la población viviendo en condiciones de pobreza extrema, mientras el círculo cercano de Maduro se vincula a tramas de malversación.  A pesar de la presión internacional, y de un reciente resultado electoral calificado como “uno de los fraudes electorales más atroces de la historia moderna de América Latina” por el experto en democracia de la Universidad de Harvard Steve Levitsky, Nicolás Maduro permanece en el poder, dejando a los ciudadanos sin esperanza de cambios.

El Salvador, bajo la presidencia de Nayib Bukele, ha presentado un fenómeno igualmente preocupante. Si bien Bukele goza de alta popularidad, el Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, apunta a cómo la militarización de la seguridad pública y la falta de respeto a los derechos humanos han marcado su administración y los  analistas alertan sobre la erosión de las instituciones democráticas en el país.

En Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega ha llevado la represión a niveles extremos, prohibiendo a la oposición política y arrestando a candidatos presidenciales. En 2023 Amnistía Internacional destacó el uso sistemático de la violencia y la coerción para silenciar cualquier forma de disidencia. Mientras, la situación humanitaria es crítica, con miles de nicaragüenses huyendo del país en busca de seguridad y oportunidades.

Si nos vamos al otro lado del mundo, Angola parece estar en una trayectoria diferente tras las elecciones de 2022, donde la oposición logró una representación significativa. Sin embargo, el presidente João Lourenço aún enfrenta críticas por la represión de la libertad de prensa y la corrupción persistente en el gobierno, que ocupa posiciones bajas en términos de transparencia y gobernanza, aumenta el creciente descontento social, que pone en entredicho la legitimidad de sus gobernantes.

Fomentemos relaciones más justas

Frente a estas realidades complejas, es esencial preguntarnos: ¿podemos vivir en una verdadera democracia? En imprescindible trabajar para fomentar relaciones más justas y democráticas, basadas en el diálogo y en el respeto a la diferencia. La participación activa en la toma de decisiones y la promoción del empoderamiento de las mujeres y la juventud son pasos cruciales hacia un futuro mejor.

Aprovechar nuestras plataformas, ya sean locales, nacionales o internacionales, puede  inspirar un cambio positivo. A través del diálogo, el respeto y la participación, podemos trabajar juntas en la construcción de sociedades donde la democracia no sea solo un ideal, sino una realidad palpable y vivida.

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